A 15 años de la creación del Tribunal de Cuentas Municipal de Río Grande

Este mes febrero se cumplen 15 años de la creación y puesta en funcionamiento del Tribunal de Cuentas Municipal, el cual fue incorporado a la vida institucional de la ciudad de Río Grande por mandato de nuestra Carta Orgánica como un órgano de control con autonomía financiera y funcional, bajo el propósito de ejercer el control externo presupuestario, contable, financiero, patrimonial y legal del Municipio.

La extraña fascinación que ejerce en nosotros la conmemoración de aniversarios con números redondos abre en esta fecha una ventana de oportunidad para entregarnos a la reflexión y, asimismo, practicar un balance sobre el pasado, lo hecho hasta el presente y los desafíos del porvenir.

Como primer aspecto destacable, es dable reparar en que, si bien 15 años de vida institucional no parece mucho a la luz de los más de 100 años que ha cumplido Río Grande, el paso del tiempo corresponde medirse más por el peso específico de los acontecimientos que por la cantidad de años transcurridos. Solo pensar lo distinto que era el mundo en 2008, año de creación de este Tribunal, y los muchos cambios que ha experimentado la sociedad fueguina desde entonces, tornándose demográficamente más densa, compleja y diversa, nos brinda una pauta de los altos niveles de adaptabilidad que han tenido que desplegar nuestras instituciones republicanas para seguir dando respuesta a una comunidad en constante cambio.

Foto Tribunal de Cuentas

Tras 15 de años de incesante actividad de control, aquellos a los que hoy nos toca con orgullo presidir los destinos de esta Institución, deseamos que, en el marco de la conmemoración aniversario, se rinda un justo homenaje a todos aquellos agentes que han integrado en algún momento el Tribunal y contribuido con su esfuerzo al cumplimiento de la manda dispuesta por nuestra Carta Orgánica, que dispuso su creación y los objetivos de control que tiene asignados.

De esta forma, cabe en primer lugar expresar un reconocimiento a todas aquellas autoridades, referentes sociales, técnicos y políticos, que en su oportunidad brindaron impulso a la reforma que incorporó al Tribunal de Cuentas a la trama institucional de nuestra ciudad, ponderando a la misma como una decisión valiente de la política local compatible con profundas convicciones republicanas de parte de dichos actores.

Con el mismo énfasis recordar y rendir un merecido reconocimiento a todos aquellos hombres y mujeres que alguna vez han formado parte de la familia del Tribunal, cualquiera haya sido la jerarquía de su aporte, siendo que desde su labor han contribuido al crecimiento de esta Institución a lo largo de sus primeros años, los más difíciles de toda nueva entidad.

En último lugar y no por ello menos importante, agradecer y reconocer la tarea que lleva adelante todo el personal que hoy en día se desempeña en este órgano de control, quienes desde diversos roles contribuyen con ejemplar profesionalismo al cumplimiento con los objetivos institucionales trazados por el plan anual de control, en concurso ideal con una vida de compromiso con el fortalecimiento de la esfera pública y el bienestar de la comunidad a la cual sirven.

Por su parte, y en cuanto a la tarea de control que ejerce nuestra entidad sobre la marcha de la Administración local, bien cabe reflexionar, a modo de balance y en el marco de este aniversario, sobre lo mucho que ha contribuido el Tribunal de Cuentas Municipal al proceso de mejora de la gestión gubernamental local y la necesidad de continuar el camino emprendido en orden a fortalecer su institucionalidad como una herramienta más al servicio de la consolidación del sistema democrático.

Hoy se observa con preocupación que la confianza pública en las virtudes del sistema democrático se encuentra seriamente desafiada por eventos, hechos y circunstancias de diversa índole y naturaleza que le ponen límites al ejercicio efectivo de los derechos, al goce pleno de las libertades y a la satisfacción absoluta de las necesidades básicas de una vida moderna, entre las muchas otras estrecheces a las que es sometida gran parte de la sociedad. Siendo ello así, instituciones como la nuestra se enfrentan al enorme desafío de coadyuvar a revertir esta tendencia de convencimiento popular, generando evidencia concreta respecto a que el control concomitante de la acción estatal, la mejora de los procesos de adquisición de bienes y servicios y el desarrollo de mecanismos preventivos contra la corrupción, van a ir mejorando el nivel de eficiencia de las políticas públicas, asegurando la protección de la integridad del patrimonio estatal, sumando ahorro al tesoro público y extendiendo el alcance de la acción de la administración municipal, todo lo cual debe contribuir necesariamente a incrementar la confianza pública en la capacidad de respuesta del sistema democrático como articulador de la vida en comunidad.

En dicho sentido, desde el Tribunal de Cuentas Municipal se ha venido trabajando sin cesar en el desarrollo de herramientas que, a partir del uso de las nuevas tecnologías de la información, aporten mayor dinamismo, eficiencia y transparencia a la tarea de control, intensifiquen nuestra capacidad de adaptación a la demanda cambiante de la sociedad y contribuyan a agregar valor público a la gestión del Ejecutivo celando de que su accionar se vincule decididamente al marco normativo que autoriza su despliegue.

De esta forma medidas tales como la adquisición de nueva infraestructura informática para el almacenamiento de datos, el uso más intenso y extendido de la firma digital, la digitalización de expedientes, actas y resoluciones, y la puesta en marcha de un nuevo sistema de presentación de declaraciones juradas en formato digital, son todas herramientas que agregan transparencia, dinamismo y seguridad a la tarea de control y que aumentan la capacidad institucional del Tribunal.

A quince años de la creación de nuestra Institución, los desafíos para el Tribunal de Cuentas Municipal, su personal y las autoridades que lo conducen continúan siendo mayúsculos, a tenor del cuadro complejo que nos arroja la coyuntura y en consideración del crecimiento geométrico que ha experimentado nuestra ciudad. De todas formas, desde su conducción entendemos que estos desafíos son abordables en la medida que se siga confiando en la capacidad de su personal, se cuente con apoyo ciudadano y se planifique adecuadamente el curso de las acciones que se requieren para consolidar su institucionalidad.

El camino que se nos presenta por delante nos demanda seguir el curso de transformación emprendido en el uso de herramientas digitales como forma de incorporar mayor dinamismo eincrementar transparencia a la tarea de control; lograr adquirir una infraestructura edilicia propia para sentar la presencia del ente en el paisaje urbano de forma permanente; tender un puente de amistad con la sociedad civil a fin de aumentar el compromiso ciudadano con las instituciones a cargo de velar por la integridad del patrimonio público; y trabajar en el armado de políticas internas de fortalecimiento de personal más agresivas para que, a través de la capacitación, la evaluación del desempeño y el reclutamiento por sistemas de selección, se profesionalice a los cuadros técnicos abocados al despliegue de las tareas de control a cargo del organismo.

Desde este Cuerpo de Vocales y en representación del personal que lo integra, somos conscientes que la tarea de control nunca es grata, ni simpática para aquellos que son objeto de la supervisión del ojo técnico de instituciones como la nuestra, y que la sociedad civil suele dudar de las virtudes del accionar efectivo del control sobre la marcha de la Administración en orden a mejorarles la vida, sin embargo clara evidencia demuestra que una democracia tutelada por el acompañamiento de instituciones independientes y autónomas que supervisen y ayuden a mejorar los procedimientos de la acción ejecutiva, lejos de limitar la llegada del brazo estatal a los que más lo necesitan, contribuirá a fortalecerlo a través de la elección por el camino de la ley, que no es más que la voz del pueblo hecha norma.

Con la mirada puesta en un futuro desafiante y con la claridad que nos brinda la norma que nos ha convocado a incorporarnos a la vida pública como una institución más al servicio de la democracia, renovamos hoy nuestro compromiso con la comunidad de Río Grande y las demás instituciones republicanas que la acompañan, en la esperanza de que nuestra tarea de cuidado del patrimonio común contribuya a tender un puente hacia una vida mejor para todos y todas.